A los gestores de la cadena de suministro les encanta la previsibilidad.

Desafortunadamente, el mercado global de hoy en día es cualquier cosa menos previsible. Las empresas de todas las industrias tienen que elaborar cuidadosamente estrategias para estar listas para los cambios en el mercado y mantener todo el mecanismo en movimiento y avanzando hacia los objetivos marcados.

El actual contexto centrado en la visibilidad y en la necesidad de gestionar cadenas de suministro tensionadas obligan a las empresas a disponer de una visión global de extremo a extremo de toda la cadena de suministro, y a fortalecer sus capacidades para seguir siendo competitivas.

Por un lado, la visibilidad efectiva en la cadena de suministro requiere activos como tecnología de la información y sistemas integrados, sensores y dispositivos de seguimiento, colaboración y comunicación efectiva, así como análisis de datos y visualización. Al contar con estos activos y promover una cultura organizacional orientada a la transparencia y la colaboración, las empresas pueden lograr una visibilidad completa de su cadena de suministro, lo que les permite tomar decisiones informadas, mejorar la eficiencia operativa y brindar una experiencia satisfactoria para sus clientes.

Por otro lado, y desde el punto en el que es obvio que las cadenas de suministro deben estar mejor preparadas para enfrentar y recuperarse de interrupciones y desafíos imprevistos, donde aparece la necesidad de garantizar la resiliencia en las cadenas de suministro.

Para conseguir dicho objetivo las organizaciones deben realizar una evaluación exhaustiva de los riesgos potenciales y realizar acciones para diversificar los proveedores. Deben establecer colaboraciones estratégicas, así como utilizar tecnología y herramientas digitales facilita la coordinación y la toma de decisiones informadas. Es crucial contar con planes de contingencia bien definidos, evaluar continuamente la cadena de suministro y realizar mejoras en función de los resultados obtenidos.
Estas medidas, que deben surgir del análisis y la observación especializada, permiten anticiparse y responder de manera efectiva a los cambios y desafíos que puedan surgir, asegurando así la robustez y adaptabilidad de la cadena de suministro.

Por último, es realista considerar que vivimos en un mundo VUCA: volátil, incierto, complejo y ambiguo. Y la pandemia solo aceleró ese cambio. Las interrupciones inesperadas en la Cadena de Suministro ocurrirán con más frecuencia. Y por ello no debemos esperar a que pase la tormenta, sino que estamos obligados a aprender a bailar bajo la lluvia. Está claro que necesitamos una cadena de suministro proactiva y ágil para responder a esos eventos.


Fuente: Forbes

Dado que VUCA se ha convertido en un comportamiento endémico, la pregunta realmente se convierte en cómo lidiar de manera óptima y efectiva con estos desafíos y circunstancias.

Es por ello por lo que debemos aplicar un enfoque también sistémico que nos facilite elaborar estrategias e implementar una cadena de suministro más robusta y resistente que pueda manejar de forma normal y sin problemas las variaciones extremas en la previsión sin romper ningún proceso, sistema o moral. Así es como se mitigue las implicaciones de VUCA.

El análisis y la observación consultiva, así como trabajar en una planificación real, ajustada a los objetivos de negocio y líquida desde un punto de vista flexible ayuda a garantizar la preparación de la organización para implementar las acciones necesarias en tiempo real cuando ocurran estas interrupciones.

El mundo en constante cambio nos está enseñando que la agilidad de la cadena de suministro sigue siendo crucial no solo para manejar los efectos de la reciente pandemia, sino todo lo que está por venir.