Nos está sucediendo que, cuando contamos a familiares, amigos y conocidos que nos hemos embarcado en una aventura empresarial, dos reacciones se repiten de forma recurrente. La primera es la de “Hay que ser valiente (o inconsciente) para emprender en época de COVID”. Cuando eso sucede explicamos que es en estos tiempos cuando existen las mayores oportunidades y, mal que bien, conseguimos salvar las reticencias. Pero la segunda es harina de otro costal.

“¿Y a qué os dedicáis?” es la siguiente pregunta natural. Entonces ocurre. No dicen nada, que para eso son allegados y nos quieren, pero se hace un pesado silencio y puedes percibir lo que están pensando. “¡Oh no, otros consultores más!”. Es cuando nosotros tratamos de explicar que sí, pero no. Que somos consultores, pero de “otro” tipo (dicho esto con todo el respeto a los consultores de “ese” tipo).

La idea surgió de las carencias que habíamos detectado en la oferta existente en el mercado a partir de  nuestra propia experiencia como compradores de consultoría. Decidimos buscar nuestro hueco en el espacio que hay entre las grandes consultoras, con visión estratégica pero alejadas del detalle del negocio del transporte y la logística, y consultoras técnicas con más limitación para la visión sistémica de la compañía y su estrategia.

Y para que conste en acta, recogemos en este post aquello en lo que se basa nuestra propuesta de otro tipo de consultoría, en lo que creemos a la hora de hacer consultoría, a modo de compromiso irrenunciable ante nuestros clientes actuales y futuros:

  • No creemos en una consultoría de marca, en la que el sello es más importante que el contenido. Creemos en una consultoría donde el valor lo aporta el conocimiento y la experiencia de las personas que trabajan en cada proyecto.
  • No creemos en una consultoría de Power Point, con deslumbrantes presentaciones que se quedan en un cajón cogiendo polvo. Creemos en una consultoría que aporta soluciones tangibles y duraderas a problemas concretos con un impacto directo a la cuenta de resultados.
  • No creemos en una consultoría pret a porter, con soluciones en serie válidas para clientes intercambiables. Creemos en el diseño a la medida de cada uno de nuestros clientes, a su realidad y necesidades.
  • No creemos en la consultoría de salón, ejercicios teóricos en condicional que serían de aplicación si se dieran una serie de circunstancias que no se producen en la realidad. Creemos en una consultoría práctica, en la que nuestra experiencia previa como gestores nos permite ponernos en los zapatos de nuestros clientes y entender su perspectiva.
  • No creemos en una consultoría a vista de pájaro, sobrevolando a 20.000 pies desde una sala de proyecto. Creemos en integrarnos en la organización, formando parte de los equipos y viviendo el día a día de la compañía.
  • No creemos en una consultoría conservadora, que hace seguidismo de las opiniones del cliente. Creemos en una consultoría valiente, de ideas propias, rupturista y transformadora.
  • No creemos en una consultoría que se dilata en el diagnóstico, invirtiendo un tiempo muy costoso en entender el negocio del cliente. Creemos en una consultoría plug and play, de diagnóstico rápido a partir de nuestra experiencia de gestión y acción inmediata.
  • Y por último, creemos en más en una consultoría de preguntas que de respuestas. Creemos que lo más importante, lo que marca la diferencia, es hacerse las preguntas adecuadas

Para cerrar el post, a modo de conclusión, tomamos prestadas las palabras del genio:  “Estos son nuestros principios, si no le gustan….contrate a otros